La naturaleza y el universo tienen sus propios ciclos y fenómenos que ocurren fuera del control de los seres vivos.
La distancia entre el Sol y la Tierra ha permitido que florezca la vida en nuestro planeta. Sin embargo, en ocasiones se puede comportar de maneras que no logramos anticipar, liberando cantidades de energía y radiactividad que tienen un impacto sobre el clima terrestre.
Las fuerzas físicas naturales del universo trabajan a gran escala, una de estas es la gravedad y su efecto en la órbita y rotación de la Tierra.
Científicos de la NASA han reportado que los cambios naturales de la órbita e inclinación de la Tierra pueden repercutir en el clima y otros ciclos naturales.
La Tierra no es solo aquello que está en la superficie. El planeta tiene procesos subterráneos que pueden contribuir al cambio climático, como las erupciones de volcanes. Estos eventos saturan la atmósfera de gases.
Sin embargo, la cantidad de emisiones anuales de dióxido de carbono causadas por actividad volcánica es menor a aquellas causadas por la humanidad.
Adicional a esto, existen ciclos naturales que toman años en ocurrir. El cambio climático ocurre a lo largo de varios años, han ocurrido múltiples glaciaciones a lo largo de la historia del planeta.
Fuentes