Un amable conejo,
se mira en el espejo.
Al ver su reflejo,
se queda perplejo.
Yo me alejo y él dice:
¡Qué bien llegar a viejo!
Conejo, espejo,
Reflejo, perplejo,
Alejo, viejo…
Suenan divertidas estas palabras.
Me pregunto: ¿por qué?
A ver: otra vez:
Conejo, espejo,
Reflejo, perplejo,
Alejo, viejo…
Estas palabras riman, porque terminan con las mismas letras y
eso hace que nos guste cómo se escuchan.
Memo el mago lector y Luna la maga lectora
te van a acompañar para que aprendas a hacer rimas y te diviertas al decirlas.